Servir para no morir…

 

Un fraile francés llamado Pierre, nacido en una familia noble, había sido miembro del parlamento francés hasta que se desilusiono con la lentitud de los cambios políticos. Después la segunda guerra mundial cuando Paris aun sufría los efectos de la ocupación nazi, miles de limosneros sin techo vivían en las calles de Paris.

Durante un invierno tremendamente duro, muchos de los limosneros de Paris murieron congelados. En su desesperación Pierre renuncio a su puesto y se hizo fraile católico para trabajar entre ellos. Como no pudo interesar a los políticos ni a la comunidad en la situación de los limosneros, llego a la conclusión de que su único recurso consistía en organizarlos a ellos mismos. Les enseño a ser las tareas más bajas. En lugar de recoger las botellas y los trapos como pudieran, se dividieron en equipos para ir recorriendo la ciudad. Después los dirigió a la construcción de un almacén usando ladrillos desechados, y comenzaron un negocio en el cual escogían y procesaban grandes cantidades de botellas usadas y recogidas en los hoteles y negocios. Por último, inspiro a cada limosnero, haciéndolo responsable de otro que fuera mas pobre que él. El proyecto camino bien y en pocos años se fundó una organización llamada Emaús, con el objetivo de extender la obra de Pierre a otros países.

Con los años la organización estaba enfrentando una crisis; ya no hay limosneros en Paris; Viajo entonces a una colonia de leprosos en la india. Conoció a centenares de pacientes leprosos, muchos de la casta de los parias. Cuando los encontraba, se le dibujaba una gran sonrisa en su rostro. Al regresar con sus limosneros de Francia, los motivo para que construyeran un ala del hospital de Vellore. << No, no son ustedes los que nos han salvado a nosotros>>, les dijo a los agradecidos beneficiarios de su regalo en la india. -Tenemos que servir para no morirnos-  

La iglesia venezolana debe recordar que su existencia se debe por y para servir a los demás no así misma, hoy se predica un evangelio individualista; pide, recibe, reclama, toma lo que te pertenece, cuidemos de no olvidar que el día que dejemos de servir a los demás es porque ya estamos dispuestos a morir. Digamos como el fraile Pierre; Tenemos que servir para no morir.

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