Destructor de los
males y de los obstáculos, esta poderosa
deidad mitad paquidermo mitad humano es una de las más populares del panteón
hindú.
Mientras leía la revista “muy
interesante”, me topé con este artículo en la sección mitos y leyendas escrita
por Saraí J. Rangel y no quise perder la oportunidad de compartir este articulo
con ustedes.
Cada año entre agosto y
septiembre, millones de personas en el mundo llevan a cabo el Ganesh Chaturthi,
una celebración que remonta el nacimiento de la diosa ganesha, el dios
elefante, la que según leyenda atrae la buena fortuna, sabiduría y prosperidad
a quienes invocan su ayuda. La celebración de su nacimiento es una verdadera
fiesta nacional en la india.
Esta figura o dios no se limita a
la entrada de los templos sino que es usada muy comúnmente en la vida diaria,
en las puertas de los comercios y caminos, es llamado cuando una pareja va a
casarse o se inicia un negocio, pero también cuando se emprende un viaje o
cualquier nuevo plan.
El origen…
Según la tradición, él es el hijo
de la diosa parvati, símbolo del amor maternal, y de su consorte Shiva, el dios
destructor. Shiva se había alejado desde hace mucho tiempo para orar, y su
mujer, al hallarse sola, decidió crear a un hijo para que custodiara la entrada
a sus aposentos. De la pasta de especias que usaba para perfumar su cuerpo,
formo a un hermoso niño. Sin embargo, un día, mientras el pequeño cumplía su
tarea de guarda, apareció de improvisto Shiva. Sin que ninguno de los dos se
conociera, el joven le negó la entrada y ambos se mezclaron en una disputa en
la que al final el dios saco su espada y le corto la cabeza, arrojándola lo más
lejos que pudo, parvati salió ante el escándalo y vio el cuerpo de su vástago
decapitad, enloqueció transformándose en la sanguinaria diosa kail. Furiosa comenzó
a destruirlo todo y a generar caos en el universo. Los otros dioses pidieron a
Shiva devolverle la cabeza al muchacho, pero jamás pudo encontrarla. Al final,
Shiva ordeno a sus sirvientes que trajeran la cabeza del primer animal que encontrasen
dormido, el cual resultó ser un pequeño elefante. Luego de colocársela sobre el
cuello, le regreso la vida al joven y lo convirtió en el líder de sus tropas
bajo el nombre de ganesha.
¿Qué dice la biblia?
Uno de los más importantes
mandamientos dados por Dios a su pueblo), es no adorar imágenes, de nada que
este sobre la tierra, ni debajo de ella, ni de animales, ni de ninguna cosa
creada en la tierra, este es un mandamiento que al desobedecerlo estaríamos
confiando nuestra vida y destino a imágenes que son creadas por el hombre y que
no tienen ningún poder sobre sus creadores. (Éxodo 20).
¿Pero porque no adorar imágenes?
La adoración de imágenes era el
pan de cada día de todos los pueblos alrededor de Israel, eran pueblos
politeístas y Dios por primera vez en la historia de la humanidad le ordena a
su pueblo ser monoteísta (adorar a un solo Dios). La primera respuesta a esta pregunta es porque
Dios ordeno que no lo hiciésemos. Y la segunda es referente a las serias
implicaciones espirituales al hacerlo. Las personas que adoran imágenes y
practican ritos están esclavizados en un circulo vicioso de pago de
penitencias, solicitudes de favores y más pago de penitencias, lo que le lleva
a tener una vida preocupada y temerosa por no fallar en el cumplimiento de sus
votos para no recibir castigos de sus dioses.
¿Porque el hombre crea imágenes de sus dioses?
El hombre crea sus propios dioses
debido a que intenta tener una relación de Poder- Temor, me explico; los dioses
creados por el hombre son manipulados por el mismo hombre, son llevados de un
lugar a otro, son mantenidos; (pintados, restaurados, limpiados del polvo) por
su mismo creador, ósea el hombre tiene cierto poder sobre su creación, pero a
la vez ese mismo creador le teme. En otras palabras el hombre crea dioses
manipulables por el mismo, que no sean tan moralmente correctos, pero que si
tengan el poder para cumplir sus peticiones.
“Es más fácil tener a un dios creado por humanos, que un Dios Santo que
me exige Santidad”
CONSECUENCIAS
Son innumerables las advertencias que hizo a su pueblo contra toda
forma de culto pagano, y vez tras vez castigó severamente a su propio pueblo
por causa de su idolatría. Sal.106.35-43.
La idolatría desata todo tipo de maldiciones;
calamidades; males, sufrimientos y juicios sobre quienes la practican, sea una
persona, una familia o sociedad, cultura, civilización o nación. Todo pueblo
idólatra es un pueblo desobediente a Dios, que debe acarrear las consecuencias
de su idolatría.
No es necesario ser sociólogo
para darse cuenta que la idolatría va acompañada de miseria; pobreza;
ignorancia; corrupción y servilismo. En todo país donde la idolatría es
importante, como ocurre en Latinoamérica, abunda la corrupción, la injusticia,
y de miles de otras calamidades. Esto es así porque allí es una práctica
constante la adoración a las imágenes, las procesiones a los santos, la
devoción a personas estén vivas o muertas, porque se entregan las ciudades y
pueblos a los dioses y a las vírgenes nombrándolos sus patronos.
La idolatría es a la vez causa y
consecuencia de la miseria y la ignorancia. En general, los fieles más devotos
son las personas más ignorantes (desconocedores de Dios), (Oseas 4:6), pobres y
sometidas de una sociedad. Queda esto en
evidencia al ver las condiciones de vida de la India, así como Haití y otras
naciones politeístas en el mundo entero.
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